Se dice por ahí que quien domina nuestras emociones tiene el poder, y el poder no se limita al plano personal, en los negocios también es necesario dominarlas, ya que quienes dirigimos las empresas somos seres humanos dotados de razón y sentimientos, es por eso que soy fiel creyente que en todas las escuelas de negocios y/o en las empresas como parte de sus planes de capacitación deberían de enseñar como contralar y analizar emociones y sentimientos. Así es, para mí, la psicología es un campo de estudio necesario en las finanzas y economía, les explico el por qué.
Los supuestos sobre los cuales todos los estudiosos de las ciencias económicas han desarrollado sus teorías descansan en la creencia en que todos los humanos somos seres económicamente racionales, esto significa que al momento de tomar decisiones económicas siempre buscaremos nuestro beneficio, es decir utilizaremos nuestra razón para conseguir el mayor provecho. Sin embargo, en los últimos años se ha desarrollado y estudiado la teoría de las finanzas conductuales (behavioural finance), la cual plantea que las emociones y sentimientos intervienen en las decisiones financieras y por ende tienen consecuencias en el mercado, por lo que a través de la investigación científica se ha probado que el hombre no siempre es un ser racional, si no que en muchas ocasiones, gracias a la interacción de sus emociones y sentimientos, se vuelve un ser irracional.
Para llegar a esta conclusión se han conjugado investigaciones en el campo de la psicología y la economía, una muestra es el llamado “Juego del Ultimátum”, este experimento consiste en repartir X pesos entre dos jugadores A y B bajo las siguientes condiciones:
* El jugador A le hace una propuesta al jugador B (tal cantidad para mí y tal cantidad para ti);
* El jugador B puede aceptar o rechazar la propuesta;
* Ambos jugadores saben que si el trato se cierra cada uno recibirá la cantidad acordada, pero si el trato no se cierra, es decir si el jugador B rechaza la oferta, nadie gana nada; y
* Solo hay una oportunidad de propuesta.
La teoría del ser económico racional nos diría que el jugador B tendría que aceptar cualquier cantidad que le ofreciera el jugador A, porque cualquier cantidad es mejor que nada. Pero, ¿aceptaríamos nosotros una oferta así? Al aplicarse este experimento se ha demostrado que la mayoría de las personas solo aceptan cuando la cantidad ofrecida es superior al 30% del total, esto porque nuestras emociones nos piden castigar de alguna manera a alguien que está siendo egoísta (ofreciendo un monto menor cuando el obtendrá mayor ganancia), incluso si perdemos algo nosotros también.
Así como este experimento existen otros tantos que han ayudado a desarrollar los pilares de las finanzas conductuales los cuales deben de ser tomados en cuenta al momento de tomar decisiones económico-financieras y que son:
1. El hombre se ve afectado por sentimientos (simpatía, admiración, repugnancia, antipatía y fastidio, entre otros) y emociones (cólera, alegría, miedo y tristeza, entre otras) que pueden provocar un comportamiento irracional.
2. El ser humano tiende a tomar decisiones de menor riesgo pero también menor rentabilidad cuando se le plantean demasiadas opciones, es decir entre más opciones nos ofrezcan menos riesgo estaremos dispuestos a correr.
3. A menudo el hombre toma decisiones basadas en aproximaciones y no con estricto análisis, por lo que la manera en la que nos plantean un problema influye en la decisión que tomaremos (esto es algo así como el vaso medio lleno o medio vacío).
4. El ser humano sufre más cuando pierde que la proporción de gozo cuando gana (es por esta reacción que en la bolsa de valores y/o en los casinos se han perdido tantas fortunas, es difícil retirarse cuando se está perdiendo, la mayor parte del tiempo buscaremos recuperarnos y en ocasiones podemos llegar a perder más).
5. El hombre no le da el mismo valor al dinero, el valor depende de cómo se lo ganó, para qué se lo ganó y en que denominación está (cuantas veces no hemos oído frases como “no me des el cambio en monedas porque me lo gasto” o “no me di cuenta cuanto pagué porque pagué con la tarjeta” o “me gasté el dinero en tonterías porque me lo encontré tirado en la calle”).
Entonces, siendo así, como personas de negocios debemos estar consientes del poder que tienen nuestras emociones y aprender a manejarlas, por eso:
* Las decisiones importantes y que afectan de manera económica deben de tomarse con la cabeza fría, no tomes decisiones enojado, deprimido o en estado de manía, aprende a identificar tus emociones y no dejes que nublen tu razón.
* No le temas a las opciones, cuando tengas demasiadas date el tiempo necesario para analizarlas e identificar cuales te benefician más, no te dejes presionar, ni hagas cálculos a ojo.
* Se capaz de retirarte o cambiar a tiempo, aún cuando hayas perdido, así puedes evitar una pérdida mayor e incluso rectificar el camino, y recuerda que a veces el que pierde, gana.
* El dinero es dinero, no importa si lo ganaste con el sudor de tu frente o te lo encontraste en la calle, si está en monedas o en billetes, en una tarjeta o en cheque, recuerda siempre que tiene el mismo valor y lo importante es maximizarlo.